viernes, octubre 19, 2007

00 y la identidad

(dejémonos de formatos complicados, entreguemos nuestro tiempo al desarrollo y sigamos retrocediendo)

si escribiera esto al lado de mi ventana:
escuchar el I.R no nos desvincula para centrarnos en lo musical, es inevitable ser protagonista y disfrutarlo, ser víctima y vincularse, ser paciente y esperar.
escuchar el I.R nos puede desvincular para centrarnos en lo musical, lo menos relevante (casi todo), hace de su naturaleza predictiva, una compañera.


si no escribiera esto al lado de mi ventana:
saber que se encuentra ahí, y que todos sus vínculos y sus integrantes manejan y manipulan identidades es deliciosamente aterrante. Un claro ejemplo es el I.R, que esta semana llegó con la música. Pues hablaría de él, pero aun no termina.


pd. no a las etiquetas