viernes, abril 19, 2013

silvio

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A Silvio lo conocí el 2000. El cambio de milenio llevó a mis manos un cassette mal grabado del Al Final de Este Viaje en la Vida, con Como Esperando Abril en el lugar de Ojalá y con la última canción cortada a la mitad.

Recuerdo llegar del colegio y poner Gaviota, recuerdo llegar del colegio y poner el preciso instante cuando empezaba Gaviota hasta 5 veces por noche. Además, recuerdo llegar del colegio 5 veces por semana para hacer lo mismo. La compenetración con el mensaje de esa canción y con el resto de temas de ese LP hizo que mi atención musical se desviara y descubriera en mi sangre la necesidad de un mensaje artístico como tal.

Sobreviví meses enteros con ese cassette y con otro del Silvio que llegó a mis manos de la misma manera. En casa, el sonido y las canciones emblema (que para mi eran ricos hallazgos inéditos) ya eran conocidos por mi madre; quien en su época universitaria usaba como base para la protesta social y enamorarse. Recuerdo conversaciones breves acerca de qué temas se utilizaban en ciertas ocasiones de Lucha. Claro...que Lucha para mi a los 14 años era sólo lucha.

Los meses bebiendo del mensaje de esos 2 LP hicieron hicieron que de casualidad en una de mis primeras visitas a Amazonas en el centro de Lima (vaya paraíso, por cierto) me encuentre con un stand de música que tenía producciones de Él. Lo CDs habían llegado ya. De inmediato comencé a frecuentar ese puestito, en la forma que la economía de alguien que está en 2do de secundaria se lo permite, a comprar los discos por 5 soles. Así es como llegó a mis manos el Domínguez, Mujeres, Rabo de Nube, Días y Flores, Causas y Azares, Mariposas y Descartes.

El Rodríguez me costó encontrarlo pero llegó luego de todo el listado anterior. 

El tiempo

La internet me ayudó a seguir abriendo mi universo dentro de Silvio, mostrándome el complemento de su discografía, así como las inéditas. La obra estaba ya en mi poder y era el 2003.

El tiempo poco a poco me ayudó a comprender el mensaje de la música. Fuera de toda atracción sonora, la calidad y forma del mensaje de las letras de las canciones hizo que creciera entendiendo al cubano y a la historia que lo llevó a componer. Sin embargo, toda explicación histórica/bibliográfica me parece que nunca (hasta ahora) ha podido sustentar la capacidad y el fenómeno llamado Silvio.

El conocer a un Genio mediante su obra, sólo obliga a los mortales a la admiración. Citando a Sergio Panizza "diré tan sólo que, cuando en un país lejano como este a un artista se le llama por su nombre y sin apellido, como quien habla de un amigo, entonces significa que ese artista ha logrado trascender su propia humanidad..".

El tiempo además me puso en el camino (y viceversa) a gente, compañeros hoy en día, que también tuvieron el privilegio de conocerlo. Mi tesis sobre esta suerte me ha llevado a magnificar su obra como un gran velo que hermana a los que su mensaje ha llegado. Confieso que en las personas que he conocido que escuchan/entienden a Silvio a pesar de ser tan diferentes en contextos, situaciones y momentos; he encontrado una actitud hacia la vida y el arte diferente. Como si la Tropa Cósmica, haciendo honor a su nombre, se forme por un magnetismo natural explícito.

Mañana

Hoy a mis 25 años, recibo las 12 de la noche del día del concierto escribiendo estas líneas, como si le debiera una canción a todo lo que me ha dado en la vida. 

En 20 horas estaré sentado frente a ti con más que el corazón en la garganta. El repaso de tu obra en el concierto, ya es pequeño. Pequeño porque seguro tu cuerpo ya no te lo permite pero gigante porque ya eres inmortal.

A Silvio y su guitarra.

Gracias.

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